Es curioso como algo tan fundamental para la vida como es respirar, pero que hacemos de manera instintiva, automática y que apenas pensamos en ello, se ha hecho muy presente en el último año como consecuencia del COVID-19.

Salvo quienes hayan sufrido asma o alguna limitación respiratoria a lo largo de su vida probablemente no hayan pensado en lo que limita la calidad de vida tener problemas respiratorios, sin embargo, en este momento, muchas personas están sufriéndolo como consecuencia del coronavirus, muchos por sufrirlo durante la enfermedad y muchos de los que lo han superado siguen sufriendo sus secuelas limitándoles su día a día. Estamos hablando de situaciones que muchos quizás vean ajenas a ellos o ejemplos puntuales, nada más lejos de la realidad.

No saber respirar bien puede dar lugar a enfermedades o limitaciones en el día a día, ya seamos personas con cierta edad o deportistas, ya que tarde o temprano todos podemos sufrir alguna situación así, por tanto, es especialmente necesario aprender a respirar correctamente, algo que un tanto por ciento muy elevado de la población no sabe.

Una persona respira al día entre 20.000 y 25.000 veces, esto supone que, si no lo hacemos bien, puede pasarnos factura antes o después. Tenemos tendencia a pensar en eso de “eso no me va a pasar a mi” o “lo que venga, ya vendrá”, que en muchas ocasiones da lugar a que muchos se arrepientan con el tiempo.

Y hay un hecho claro y generalizado, NO SABEMOS RESPIRAR.

Muchas personas vienen a Wu Xing Dao y se apuntan a Tai Chi o a Qigong (Chikung) pensando en aspectos como la relajación, calmar la mente, etc. Porque han escuchado o leído que unos movimientos basados en la defensa personal china y en técnicas de Medicina Tradicional China ayudan a conseguir esos objetivos y así es, pero… Una parte muy importante del origen de esos beneficios es debida a aprender a respirar correctamente.

¿Y cómo se consigue aprender a respirar bien? Cumpliendo 3 cosas básicas:

  1. Consciencia de cómo respiramos: En un primer momento, como cualquier actividad que realizamos, debemos trabajarlo conscientemente para que a través de la repetición se convierta una parte más de nosotros y lo podamos hacer de manera automática. Educamos a nuestro cuerpo y a nuestra mente.
  2. Utilizando las vías correctas: Aunque existen diferentes formas de respirar, según lo que necesitemos en cada momento, lo principal es respirar por la nariz, ya que está naturalmente diseñada para que el aire entre de manera adecuada en el sistema respiratorio (se limpia el aire y lo filtra de bacterias e impurezas para pasar lo más limpio posible a los pulmones). Además, relacionado con las vías utilizadas podríamos añadir que no es lo mismo la respiración abdominal o diafragmática que la respiración pectoral o la clavicular, siendo la primera la correcta, se trata de la manera natural de respirar, la que realizamos de bebes pero que según vamos creciendo, vamos olvidando y enviciamos nuestra forma de respirar.
  3. Ritmo: El ritmo y frecuencia con la que respiramos son fundamentales, están íntimamente ligados además a los estados mentales y emocionales que experimentamos, según cómo nos encontremos nuestra respiración se condicionará, por lo que debemos equilibrarla y hacernos conscientes de lo que sucede.

Si preguntamos a cualquiera de nuestros alumnos de Tai Chi y Qigong si tras estos meses de práctica con la mascarilla, ahora en clase les molesta la mascarilla para respirar, posiblemente la mayoría digan que nada o casi nada, eso no es sólo por el hecho de haberse acostumbrado, sino porque están respirando de manera adecuada, cuestión de práctica, paciencia y constancia.