Durante los últimos días he reflexionado mucho sobre los últimos tiempos de nuestra escuela y lo cierto es que no puedo hacer otra cosa que mostrar mi felicidad por lo que somos hoy en día.

Pese a la pandemia y la difícil situación en la que se encuentra nuestro país, nuestra escuela ha crecido y si lo ha hecho, ha sido gracias a las personas que son parte de la familia Wu Xing Dao.

Desde siempre y gracias a mi Maestro, he pensado que una escuela no era cosa de una sola persona, sino de quienes en su conjunto forman parte de ella. Un Maestro tiene una gran responsabilidad sí, pero los estudiantes son el pilar de ésta y… Cuando los estudiantes son fantásticos, la escuela es fantástica.

Durante el último año han sucedido muchas cosas como todos sabemos, momentos muy difíciles, pero con optimismo, flexibilidad y equilibrio todo está saliendo bien. Durante la cuarentena la escuela no paró, la mayor parte de los que la formamos seguimos con las clases, aunque de manera online, lo que fue un pequeño oasis dentro de ese desierto llamado confinamiento. Cuando por fin pudimos salir, volvimos a adaptarnos y comenzamos las clases al aire libre, mientras, buscamos un lugar más grande para poder dar las clases con seguridad y crecer. Finalmente, la encontramos, la que es actualmente la escuela Wu Xing Dao, sin embargo, a raíz de lo sucedido, uno se da cuenta de que más allá de un lugar físico, la experiencia ha demostrado que la escuela estaba en cada casa, en el parque, en la nueva escuela… En el lugar en el que cada uno nos encontrábamos en cada momento.

De esta forma seguimos adelante, mirando hacia el futuro, pensando en continuar las clases, en mejorar cada día, en la manera de que el estilo Wudang Pai sea cada día más conocido. Y no podemos olvidar a quienes han estado a lo largo de este camino, a los es extensible el agradecimiento.

Eduardo Sanz – You Xixian – 游希仙