Hoy vamos a tratar en este post de algo de lo que se habla mucho pero que pocas veces se muestran casos prácticos y evidentes de lo que ofrece la práctica de las disciplinas que impartimos en Wu Xing Dao.

Y lo haremos en base a la propia experiencia de nuestro Shifu, Eduardo Sanz (You Xixian) a quien le diagnosticaron leucemia en 2013. Él es muy tajante y quiere trasladar a los lectores que este artículo no pretende mostrar estas disciplinas como el remedio de su enfermedad, ni mucho menos, quien esté buscando esto en este artículo, no lo encontrará, pero si encontrará los que le aportó el conocerlos y practicarlos.

Todo el mundo, de una manera u otra conoce los efectos que la quimioterapia tiene sobre el cuerpo y todo lo que desencadena. En su caso, no solo el efecto directo de la quimioterapia le produjo un gran desgaste físico, además los efectos secundarios fueron importantes, lo que le llevó a no poder alimentarse de forma sólida durante más de 4 semanas y a estar un mes sin apenas poderse levantar de la cama, lo que generó una pérdida de volumen muscular tan importante que cuando por fin pudo salir de la cama, no podía andar, necesitaba la ayuda de otra persona para poder hacer cosas tan básicas como ir al baño o dar un pequeño paseo por la habitación del hospital.

Además de los efectos físicos, la parte psicológica era algo complicado de gestionar, principalmente por no saber el resultado de todo lo que estaba pasando, quizás no tanto por la posibilidad de la posible muerte (como él mismo dice sin ningún tipo de reparo, la muerte es algo que está siempre ahí y hay que tratar sin tabúes), más bien era por sentir la caída física que estaba sufriendo y que estaba llevando a que él, una persona que había sido deportista de alto nivel, con una mentalidad completamente independiente, no fuese capaz de valerse por si mismo.

Por suerte, según fue avanzando el tratamiento, que inicialmente es fue duro (el tratamiento de quimioterapia en la Leucemia es de menos dosis pero más fuertes que en otros tipos de cáncer por ejemplo, lo que hace que sean especialmente duras), una vez se estabilizó pudo estudiar y practicar, siguiendo instrucciones de su Maestro Patxi Marta (You Weijun), ejercicios específicos de Tai Chi y Qigong (Chikung).

Lo positivo de la práctica del Tai Chi, el Qigong y la meditación es que puede adaptarse a las personas y a su situación particular, es indiferente que seas una mujer o un hombre, que peses 50 o 100 kg. o bien que tengas una gran fortaleza física o no la tengas, se va adaptando a ti según vas avanzando, te encuentres más o menos fuerte. Por ejemplo, cada vez que Shifu recibía una nueva sesión de quimioterapia, su cuerpo no le permitía hacer nada durante unos días, a partir de entonces él mismo sentía si podía o no y según pasaban los días sus posiciones a la hora de practicar eran cada vez más bajas y por tanto más fuertes (por la flexión de piernas y tiempo de trabajo), sus brazos podían estar más tiempo elevados y en movimiento, lo que le llevaba a que antes del siguiente tratamiento hubiese avanzado físicamente de forma muy visible, llegando a poder hacer ejercicios de Wushu-Kung Fu (más duros y complicados) gracias a esa evolución.

Los ejercicios y las prácticas que estudió junto a su maestro dieron unos resultados excelentes en la mejora tanto física como su equilibrio psicológico-espiritual se vieron reforzados, lo que conllevó que 8 meses después le dieran el alta, frente a la media de un año que suele ser habitual en el tipo de Leucemia que tenía.

Posteriormente siguió un tratamiento de 2 años de quimios más suaves que normalmente suelen suponer cierta limitación física, sin embargo, la vuelta al trabajo, a las clases y los entrenamientos fue de absoluta normalidad, bueno como dice Shifu “de absoluta normalidad no, con nuevos conocimientos y lecciones aprendidas que desde entonces han sido la base de la escuela Wu Xing Dao”.