Este no va a ser un post muy completo hablando de los beneficios del Tai Chi desde la perspectiva de la medicina tradicional china, pero no es éste nuestro objetivo, lo que quiero en este post es acercar esta actividad, y la filosofía que la rodea, a quienes aún no lo conocéis y mostraros porqué en muchas ocasiones las personas que lo han practicado no han terminado realmente convencidos de su práctica y una perspectiva, la mía, de porqué también muchos ven el Tai Chi como algo practicado por gente “rara” o demasiado “metafísico”, por decirlo de una manera genérica.

Lo primero que debemos saber es que el Tai Chi no es una actividad espiritual, ni una actividad para relajarse, ni una actividad para equilibrar la energía interna, ni unos movimientos para mejorar físicamente, ni es un arte marcial, el Tai Chi es TODO eso, por lo que es importante saber que si tan solo aprendemos o nos forman en una sola de esas facetas, estaremos limitando sus beneficios, por responsabilidad, quienes nos dedicamos a ello tenemos la obligación de conocer y de mostrar todos los aspectos que abarca, no solo uno o alguno, después cada estudiante decidirá si prefiere practicarlo con una u otra intención, pero el mostrarlo parcialmente supone no enseñar realmente Tai Chi, podemos motivarlo de la manera que queramos, pero nunca será lo que históricamente ha sido Tai Chi y por tanto impediremos a nuestros alumnos o estudiantes, obtener sus verdaderos beneficios.

No es raro encontrar personas que comentan que en su momento se acercaron al Tai Chi y se encontraron con una maestro muy espiritual que tan solo mostraba una perspectiva que he llegado a escuchar calificar como una “mentalidad hippie” del Tai Chi. O bien, quien ha venido a la escuela preguntando por “la forma” del Tai Chi para relajarse, o bien quien lo dejó al cabo de un tiempo porque les parecía igual que ir a hacer gimnasia a un gimansio, porque repetían siempre los mismos, pero que no se explicaba nada más que esos movimientos eran buenos para la salud.

Todo lo anterior no es que sea negativo, cada persona tiene una perspectiva y puede buscar alguna de aquellas fórmulas, pero llamarlo Tai Chi quizás sea alejarse del origen.

El Tai Chi tiene muchas cosas buenas y es que se puede adaptar a cada persona, a lo que cada uno buscamos, ya sea arte marcial, mejorar físicamente a través de una actividad de bajo impacto, una filosofía, una búsqueda interior y mucho más, pero para ello quien es responsable de orientar o enseñar a los practicantes, debe ser capaz de mostrar todos esos elementos, como un todo y para ello debe estar en constante crecimiento y formación.

Quedarse en la superficie del Tai Chi puede provocar perspectivas equivocadas sobre éste, llegando a críticas, incomprensión y rechazo, por lo que mostrar solo la superficie sería una irresponsabilidad. Pero si somos capaces de mostrar todo lo que ofrece, la perspectiva y el reconocimiento del Tai Chi cada vez será mejor y mayor.